viernes, 1 de mayo de 2009

Los Hashashins

Pocas organizaciones han existido en la historia que hayan generado tantas leyendas como la de los Hashashins, florecientes en Oriente Medio durante la época de las cruzadas. Igualmente, su fundador, Hasan - Sabbah, llamado el Viejo de la Montaña, se ha convertido en un personaje mítico.

Es conocido sobre todo por haber sido el inspirador y jefe de los llamados hashshashín o Secta de los Asesinos, ya que la comunidad que fundó y dirigió utilizaba con frecuencia el homicidio político como estrategia. La mayor parte de los datos sobre Hasan y sus seguidores proceden de sus enemigos, ya que la documentación generada por la secta fue destruida por los mongoles cuando arrasaron la fortaleza de Alamut , sede de la misma.

" El Viejo de la montaña", Este nombre hizo temblar y no por su mística, tanto a cristianos como a musulmanes en plena Cruzada.

Corría el año 1092 y el Islam se debatía en oriente entre guerras intestinas y la denigrante cruzada católica. En ese teatro revuelto la secta de Sabbah, pronto ganó adeptos, influencias. Su especialidad: el asesinato público de altos cargos.

vestidos a menudo de sufís, y que penetraban en los palacios más seguros, violaban mezquitas y pululaban zocos y plazas a plena luz del día y siempre dejando su firma. Se cuenta, que El Viejo de la montaña, para instruir a sus discípulos y conseguir así su sacrificio les proporcionaba en Alamut, un anticipo del Paraíso.

Moviéndonos siempre entre la fabulación, la leyenda y la nota histórica, podría contarse que en Alamut, los sectarios gozaban de ubérrimos jardines, hermosas huríes, buen vino y hachís. Por esta forma fueron conocidos los Haschishin, palabra de la que deriva "asesino".

Los Hashashin, también conocidos por le nombre de nazaríes, eran una secta nacida en el seno del Islam. El nombre se dice que proviene de la palabra hachís, ya que una de las teorías que se cuentan sobre como controlaban a sus adeptos es la de convertirlos en adictos a esta sustancia.

Pero ¿quienes eran en realidad? ¿cómo y por qué aparecieron?. Todo empezó en el año 1071, cuando Hasan As-Sabbah, un persa seguidor del chiismo, ve como su anteriormente hegemónica rama del Islam, es desplazada en todo Oriente Medio por el sunnismo.

Sabbah marcha al mismo corazón del Imperio en la actual Siria, y consigue establecer una cabeza de puente al conquistar la legendaria Alamut, la fortaleza donde funda y desde la que dirigiría todas las acciones de sus Hashashins.

Los Hashashins estaban totalmente jerarquizados, desde los novicios hasta el gran maestre. Se hacía gran hincapié en el adiestramiento militar junto a un adoctrinamiento absoluto, que hacía a los adeptos totalmente fieles a la secta.

Su modo habitual de actuación es el asesinato. Solos o en pequeños grupos, los Asesinos eran capaces de infiltrarse en cualquier ciudad hasta acercarse al objeto de su crimen. Sin miedo a la muerte y con querencia a ejecutar a su victima en público, fueron casi infalibles.

Los Hashashins continúan haciéndose fuertes en Siria, en espera de tiempos mejores para poder hacer renacer el estado chií. Se infiltra en las grandes ciudades y se dedican al asesinato político con gran éxito.

Esto no es óbice para que los Asesino continúen con su creación de una red de influencias en toda la región, incluso tras la muerte de su líder. Sus sucesores no fueron menos inflexibles que él, aunque, curiosamente, no en lo religioso, ya que consideran que lo importante no es la forma de comportarse, sino los mensajes ocultos en el Corán.

Continuando con la historia, quizás el momento más alto de este movimiento llega cuando consiguen que el visir de Damasco sea uno de sus fieles. Es una época en la que nadie se atreve a hablar en público contra ellos. En el 1124 han conseguido asesinar al mismo Señor de Alepo y Mosul y, un mes después, a su hijo.

En Damasco el visir está solo a la espera de la muerte del gobernante, para dar un golpe de gracia al Islam: entregar la ciudad a los cruzados. Sin embargo, el hijo del debilitado Ataberg se adelanta y, en una emboscada, acaba con el visir hashashin. La ciudad se levanta contra los Asesinos y se produce una gran matanza.

En una lenta decadencia también intentaron asesinar al que sería héroe del Islam frente a los cruzados, al unificador del Imperio desde Egipto a Persia, Saladino. Cuenta la leyenda que este intentó tomar la fortaleza de Alamut, sin conseguirlo. Algunos relatan que el mismo jefe de la secta se coló en su tienda de campaña dejándole un alimento envenenado y una nota: “estas en nuestras manos”. Sea por lo que sea, lo cierto es que Saladino retiró el asedio e intentó llevarse bien con ellos.

A partir de ahí, a pesar de seguir manteniendo Alamut y cierta influencia, lo cierto es que perdieron capacidad. Su meta de revivir un imperio chií estaba fuera de su alcance y tan solo podían aspirar a sobrevivir aterrorizando a algunos políticos.


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