Los berserker eran guerreros vikingos que combatían semidesnudos, cubiertos de pieles. Entraban en combate en trance, poseídos por el odio, insensibles al dolor, y llegaban a morder sus escudos y a echar espuma por la boca. Se lanzaban al combate con furia ciega, incluso sin armadura ni protección alguna; Su sola presencia atemorizaba a sus enemigos e incluso a sus compañeros de batalla.
El origen etimológico de esta palabra es incierto, una teoría dice que deriva de "berr" desnudo y "serkr" prenda de vestir. Otra teoría afirma que deriva del germánico "berr" oso ya que solían usar pieles de animales .
Se cree que su resistencia e indiferencia al dolor provenían del consumo de hongos alucinógenos.
En cierto modo, la religión de estos grandes guerreros también les influenciaba a tener una gran furia en combate. Sus dioses, todos ellos guerreros, exigían para alcanzar el más puro de los paraísos a su alcance, tener la muerte más noble en la batalla.
Su muerte era una fiesta, no un conjunto de penas: el guerrero era conducido a una gran barcaza de madera en la cual iniciaría el viaje al Valhalla. Se dejaba llevar corriente río abajo, mientras la barca ardía. Muchas esposas de estos guerreros se introducían vivas en esas barcas y atravesaban su pecho con una espada, para poder alcanzar así la misma suerte que sus maridos.
Llegaron a componer una guardia personal al servicio de varios reyes vikingos. Fueron marginados por la sociedad por considerárseles locos, y una leyenda que recorría los países nórdicos contaba que se convertían en hombres lobo, lo que motivó que se les temiera más y se les recluyera, ya en la cristiandad, por considerarlos poseídos por el diablo.
El origen etimológico de esta palabra es incierto, una teoría dice que deriva de "berr" desnudo y "serkr" prenda de vestir. Otra teoría afirma que deriva del germánico "berr" oso ya que solían usar pieles de animales .
Se cree que su resistencia e indiferencia al dolor provenían del consumo de hongos alucinógenos.
En cierto modo, la religión de estos grandes guerreros también les influenciaba a tener una gran furia en combate. Sus dioses, todos ellos guerreros, exigían para alcanzar el más puro de los paraísos a su alcance, tener la muerte más noble en la batalla.
Su muerte era una fiesta, no un conjunto de penas: el guerrero era conducido a una gran barcaza de madera en la cual iniciaría el viaje al Valhalla. Se dejaba llevar corriente río abajo, mientras la barca ardía. Muchas esposas de estos guerreros se introducían vivas en esas barcas y atravesaban su pecho con una espada, para poder alcanzar así la misma suerte que sus maridos.
Llegaron a componer una guardia personal al servicio de varios reyes vikingos. Fueron marginados por la sociedad por considerárseles locos, y una leyenda que recorría los países nórdicos contaba que se convertían en hombres lobo, lo que motivó que se les temiera más y se les recluyera, ya en la cristiandad, por considerarlos poseídos por el diablo.
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